En realidad, el título debería referirse
no sólo a Facebook, sino a las redes sociales en general. Pero
Facebook ha crecido de manera descomunal estos últimos años y es la red
más grande en la actualidad y la que mayores noticias de este tema
trae. No son pocas las parejas que han terminado destruidas luego de descubrirse infidelidades a través de una red social.
Si tú mismo o tu pareja están pasando demasiado tiempo frente a la
computadora compartiendo intimidades con otros, podrían estar creándose
las condiciones para una infidelidad emocional.
¿Cómo, entonces, evitar que Facebook traiga abajo tu relación?
No idealices el pasado
Es cada vez más común: dos ex compañeros
de escuela tratando de “recuperar el tiempo”, sólo para darse cuenta
al final que hubiera sido mejor que los bonitos recuerdos quedaran sólo
como eso y como unos viejos recuerdos en el fondo de un cajón.
Somos humanos. Tanto hombres como
mujeres tendemos a idealizar el pasado, a recordar las partes buenas y a
olvidar las malas. Y los recuerdos más poderosos son los de los affaires
adolescentes. Hasta hace un tiempo, nos limitábamos a preguntarnos qué
habría sido de nuestros amores (reales o idílicos) de la escuela. Con la llegada de las redes sociales,
todas tus ex (de la escuela, de la universidad, tus aventuras) están
ubicables con el único esfuerzo de teclear nombres y hacer clicks. Cuando
dos personas entablan una amistad en línea, es fácil idealizar a la
otra persona y no distinguir la línea entre la fantasía y la realidad.
La sensación de intimidad se refuerza, sobre todo si ya existió en el
pasado. Y la creación de esa intimidad “virtual” comienza a mellar la
intimidad real que tienes con la persona que está a tu lado.
Date cuenta que no eres el mismo
chiquillo del pasado. Ella tampoco. Uno tiende a mostrar en línea sólo
su lado positivo e incluso cualidades artificiales. Sólo estás viendo
la punta del iceberg. ¿Vas a arriesgar la relación que te costó crear
por alguien que realmente no conoces?
No guardes secretos
Este es el punto en el cual la amistad y
la atracción se confunden y comienza la infidelidad emocional. Una
persona comienza a dejar de compartir ciertos aspectos de su amistad
con otros con su pareja y comienza a confiar más en su “amiga” y menos
en su novio, novia o cónyuge.
Es tentador cuando un día uno abre
Facebook y se encuentra con una invitación de una ex para ser su amigo,
o cuando abres tu correo electrónico y encuentras un mensaje de ella.
Tu cerebro corre a mil por hora; quieres aceptarla o enviarle un correo
electrónico diciéndole “¡por supuesto que te recuerdo! ¿cómo has
estado?”. Pero ten en cuenta siempre que lo que pasó, quedó ya en el pasado. El presente es ahora.
Si de todas maneras quieres escribirle o
aceptarla como uno de tus contactos, cuéntaselo a tu pareja y
permítele leer cada mensaje. No porque no confíe en ti, sino porque no
tienes nada qué esconder. Los problemas comienzan cuando hay algo que
no quieres que ella sepa. Si sientes que estás en una encrucijada y
quieres responderle pero sabes que hay un riesgo y no quieres poner en
peligro tu relación, simplemente dile “tengo una novia/esposa ahora. Me
alegro que estés bien, te deseo lo mejor del mundo. Cuídate mucho,
adiós”.
Sé consciente de cuál es la realidad de tus relaciones
¿Por qué el impulso de muchos de
nosotros es encender la computadora e ir a ver primero Facebook, antes
que las cosas de trabajo o nuestro correo electrónico? La gratificación instantánea que brindan las redes sociales estimula los “centros de recompensa” de tu cerebro.
Es por eso que cuando nadie comenta algo que has escrito o lo ha
marcado como ” me gusta” te sientes decepcionado o como que te falta
algo.
Con el cerebro buscando sentirse bien,
es fácil sentir que uno de tus contactos es la persona perfecta para ti
y que la relación de ambos también lo es. Sientes que lo conoces
mejor que una pareja. Este sentido artificial de intimidad puede
comenzar a consumir los pensamientos de una persona y volverse cada vez
más excitante porque es un secreto. La mayor parte de la gente no se
da cuenta que está teniendo affaires emocionales, y ese es uno de los peligros de las redes sociales.
Un mito común es que sólo la gente que es infeliz en su relación es infiel.
De hecho, varios hombres y mujeres que cometieron infidelidad
emocional reportan haber tenido una relación feliz cuando comenzaron a
involucrarse con los terceros. Más que buscar amor o sexo, las parejas
infieles gradualmente dejar de percibir los límites entre amistad e
intimidad en un extenso período de tiempo.
Detente antes de llegar al sexo
No es un secreto que cuando un hombre
quiere autocomplacerse recurre al porno vía internet con mucha mayor
frecuencia que a su propia imaginación erótica. Es como alguien que por
flojera prefiere esperar la película a leer el libro. Del mismo modo,
los hombres que contactan vía Facebook a sus ex y se enamoran
nuevamente con frecuencia se saltan el computador y utilizan más bien
sus potentes recuerdos para descargarse. Así de fuerte es el pasado;
más que el monstruoso poder del porno por internet.
Un affaire en línea se alimenta
de la atracción entre dos personas. Uno comienza a idealizar a la otra
persona y fantasear acerca de cómo sería el sexo con ella; eso añade
más leña al fuego. Las infidelidades que comienzan lentamente y se
convierten en una relación antes de llegar al sexo son frecuentemente
las más difíciles de romper y las más dañinas para la relación
original. Curiosamente, en el caso de las virtuales, son las que menos
éxito tienen.
Desconéctate
Si piensas cada vez más en el pasado y
estás comenzando a fantasear acerca de lo que sería estar con esa
persona otra vez, es tiempo de desconectarte de la computadora y
regresar a darle más tiempo real a tu pareja en vez de interactuar con
tu pasado. Si lo que te interesa es mantener tu relación, no hay nada
de malo en desconectar tu cuenta.
Nadie pide que seas un soldado
insensible y que sólo vea a su novia como la mujer más perfecta del
universo. La atracción por un tercero no desaparece cuando inicias una
relación. Incluso las parejas más felices van a sentirse atraídas por
alguien más que les llame la atención o que se ría de las bromas que
hacen.
Sin embargo, aunque sentir atracción es
inevitable, actuar de acuerdo a ello es cruzar la línea. La atracción
es el primer paso a la infidelidad emocional. Para que la atracción se
convierta en infidelidad emocional, una persona tiene que desarrollar
intimidad y eventualmente un sentido de conexión con esa persona que se
superponga al de su actual relación. En otras palabras, atracción + esfuerzo + intimidad = infidelidad emocional.
Quita a cualquiera de esa ecuación y con todo lo que te quedarás será
con tu instinto natural o con una amistad inocua en Facebook. Pero si
dejas que los tres estén juntos, estarás condenando tu relación a tener
problemas.


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