Desde primeras horas de la mañana se
registraban ya pequeñas inundaciones, incluso con marea baja, en zonas
bajas de Manhattan (como en la zona turística de Battery Park), Red Hook
(Brooklyn), Hoboken (en la vecina Nueva Jersey y al otro lado del río
Hudson) o el condado de Suffolk, en Long Island y fuera ya de la Gran
Manzana.
Peor estaban las cosas en la costa
Atlántica de Nueva Jersey, donde se espera que “Sandy” toque tierra
hacia las 17.00 hora local (21.00 GMT) con rachas de hasta 165
kilómetros por hora, por ahora la más afectada puesto que buena parte de
la famosa ciudad marítima de casinos de Atlantic City, evacuada el
domingo, está hoy bajo las aguas.
Horas antes de su llegada, “Sandy” ha
dejado ya a unas 165.000 personas sin electricidad entre los estados de
Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut.
Las rachas de viento son cada vez más
intensas en la ciudad, donde a pesar de todo muchas personas han
desafiado la prohibición de las autoridades y han acudido a parques y
orillas del Hudson para presenciar este fenómeno natural.
Sin embargo, las calles están casi vacías.
Ante el progresivo agravamiento de la
situación, las autoridades estatales y municipales volvieron a urgir hoy
a los residentes de las zonas en peligro a que hagan caso a las órdenes
de evacuación y no arriesguen inútilmente sus vidas y las del personal
de salvamento.
El alcalde de la Gran Manzana, Michael
Bloomberg, hizo un llamamiento a la gente a cooperar con la evacuación,
para lo cual se han dispuesto 26 autobuses para el traslado a los 76
refugios que se han habilitado con 16.000 camas en toda la ciudad.
Sin embargo, buena parte de los albergues
registra una ocupación mínima o nula, según han podido comprobar varios
medios de comunicación, entre ellos Efe.
La Policía neoyorquina llama puerta a
puerta y pide con altavoces a la gente que salga de sus hogares ya sea
para trasladarse con un familiar o amigo o a los refugios, donde además
de seguridad, alimentos y mantas habrá maestros, ya que las escuelas
permanecerán cerradas también el martes tras el paso del huracán.
Unas 350.000 personas deben ser evacuadas de las zonas que puden ser inundadas, pero muchos se resisten a dejar sus hogares.
“Lo más importante es que la gente salga
de las zonas bajas. Si no aprecia su vida, que aprecie la del personal
de salvamento”, sostuvo el alcalde en una conferencia de prensa.
Sin embargo, muchos habitantes de las
zonas bajas no han salido aún de forma voluntaria porque prefieren
aguantar el paso del huracán atrincherados en sus viviendas el embate de
las mareas, las olas y el viento.
“No sean estúpidos ni egoístas y no pongan
en riesgo sus vidas ni la del personal de salvamento”, pidió, por su
parte, el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, al recordar que es
un huracán más intenso de lo esperado.
El 25 % de los residentes de las zonas de
la costa del estado no ha querido abandonar sus hogares, de acuerdo con
Christie, mientras que en otras zonas susceptibles de ser inundadas el
90 % ha sido evacuado.
El estado de Nueva York anunció el cierre
de los dos túneles del sur de Manhattan, que comunican la isla con Nueva
Jersey y Brooklyn, que son los más susceptibles de ser afectados por
las inundaciones, y no se descarta el cierre de más túneles o puentes
según se acerque “Sandy”.
Nueva York, que está hoy prácticamente
paralizada, seguirá igual mañana con el cierre de escuelas y bolsas,
mientras se espera que las empresas e instituciones sigan con el cierre
echado.

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