Jessica Simpson firmó un contrato con la empresa Weight Watchers para
perder los más de 10 kilos que le quedaron después de su primer
embarazo. Las imágenes que se difundieron este lunes muestran un avance
importante.
La cantante pop se convirtió en madre de una niña llamada Max en mayo de
este año, pero su cuerpo sufrió los estragos del embarazo.
Pero ahora, la cantante de 31 años parece estar muy cerca de su preciada
meta, lo que le equivaldría a una sensación gratificante de
autosuperación y a una paga de 4 millones de dólares por parte de Weight
Watchers.


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