Al menos 21 personas fueron asesinadas en las últimas horas, según confirmaron las autoridades de los tres estados mexicanos. En el primero de ellos, Veracruz, aparecieron ocho cadáveres atados de pies y manos abandonados en una carretera. Todos tenían huellas de torturas. La policía encontró los cadáveres gracias a una denuncia anónima. No es la primera vez que restos humanos aparecen regados en la vía pública; en septiembre pasado, 35 cadáveres fueron arrojados en una avenida de las afueras del puerto, lo cual marcó un aumento de la violencia en la zona.
De acuerdo con las autoridades, la violencia crece en medio de una batalla entre un grupo del narcotráfico alineado con el cártel de Sinaloa y los Zetas. Sólo en el último mes, el narco dejó 100 muertos en Veracruz. El número de víctimas es atribuido a la disputa entre los cárteles de drogas que se enfrentan por el control de la zona. De hecho, la disputa se transformó en una especie de carrera mortífera en la que ambos bandos compiten en el número de asesinatos: el 20 de septiembre una banda arrojó en una avenida principal 35 cuerpos y una semana después encontraron otros 32 cuerpos en tres casas.
En el fronterizo estado de Chihuahua, la fiscalía local indicó que ocho personas fueron asesinadas en cinco zonas diferentes de la capital estatal. Además, en la Colonia El Granjero fueron hallados dos cuerpos sin identificar; en el barrio Santa María fueron acribilladas a tiros dos mujeres en el interior de una vivienda y dos hermanos de 23 y 25 años fueron tiroteados en otro lugar de la capital norteña. Finalmente, dos cadáveres más aparecieron en un bar.
Este estado mexicano es el más temerario del país. En su territorio está ubicada la peligrosa Ciudad Juárez, considerada la urbe más violenta del mundo, por registrar desde 2008 más de 9 mil asesinatos vinculados con las operaciones de los cárteles del narcotráfico. Con 1,3 millones de habitantes, Ciudad Juárez es la ciudad más violenta de México y, tal vez, del mundo. En los últimos tiempos, unas 230 mil personas han migrado, en un éxodo obligado por los asesinatos relacionados con las drogas, los secuestros y las operaciones de extorsión.
Por último, un grupo de presuntos sicarios mató con fusiles automáticos a cinco jóvenes en un barrio popular de Monterrey, capital del estado mexicano de Nuevo León. Los cinco jóvenes se encontraban reunidos en esa esquina cuando llegaron los presuntos sicarios en dos vehículos, dispararon con fusiles de asalto y huyeron.
Nuevo León, polo industrial del norte del país, vive días de violencia por la lucha de los cárteles de la droga que se han apoderado de las actividades criminales, en muchos casos, en connivencia con autoridades. En agosto pasado, incendiaron el Casino Royale, en el ataque murieron más de 50 personas y se lo considera uno de los más graves contra civiles en los últimos años. Fue atribuido al cártel de los Zetas, formado por ex militares de élite reclutados por el narcotráfico.
Fuente: Infobae
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