La primera dama estadounidense ha querido compaginar su agenda oficial con sus quehacer de ama de casa y no ha dudado en hacerse con un carrito y comprar algunos productos para abastecer su despensa.
Vestida totalmente de incógnito (gorra, gafas grandes y ropa sport) se ha podido ver a Michelle Obama en un supermercado de la cadena Target en la localidad de Alexandria, a un cuarto de hora de la casa blanca.
La primera dama se ha mostrado siempre
muy cercana, acudiendo a restaurantes de la zona e incluso corriendo por
las calles aledañas a la Casa Blanca, como recoge El País, pero hasta
el momento no se le había visto ir de comprar ella misma, a pesar de que
ya advirtió que le gustaba adquirir ella misma los productos de su nevera aunque su nuevo papel se lo solía impedir.
Parece que pudo encontrar un hueco para disfrutar de uno de sus placeres cotidianos.
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