Y digo “tripulado” y no “pilotado” porque el pobre tipo (ya sea por temerario o estúpido) sólo está preocupado de apretar los dientes, cerrar bien los ojos y rezar; la nave es manejada por control remoto desde piso firme, por lo que ya me imagino el terror del tripulante subiéndose y dejando su vida en manos de otra persona. Debe ser una de las pruebas de confianza más grandes que vi nunca jamás.
La máquina
carnicera
voladora fue desarrollada por ingenieros alemanes en e-volo y en este primer vuelo experimental con una persona a bordo se mantuvo flotando por aproximadamente 90 victoriosos segundos, gracias a los 16 rotores que lo sustentan.
Ah y la pelota de yoga fijada bajo el asiento es el tren de aterrizaje del aparato. Una nave asombrosa, pero a la que no me subiría ni con una pistola en mi apellido.
Fuente: fayerwayer


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