En un mundo interconectado es difícil conseguir consenso sobre una legislación global para internet.
El ideal de un internet libre y
democrático se desmorona en las manos de quienes están convencidos de
que tienen el criterio para determinar qué información es apropiada y
cuál es nociva.
Con un discurso muy parecido al que se escucha en el mundo no virtual, dicen actuar por el ciberpueblo, para el ciberpueblo y con el ciberpueblo.
Una información política que una persona o una organización difunda puede llegar a representar un peligro para la seguridad de un país entero, dice un grupo. Por lo que la consigna es: frenar a los "traidores".
Otros creen que esa misma información debe ser conocida por la población porque es su derecho saber lo que sus líderes hacen y porque en el libre flujo de información está la base de la buena gobernabilidad. Así que, para ellos, el fin justifica los medios: filtrar documentos confidenciales.
Otro grupo prefiere evitar inconvenientes y, gracias a su posición privilegiada en el ecosistema de internet, corta cualquier vínculo con la información polémica.
Y en todo este panorama ¿cómo quedan las más de 2.000 millones de personas que usan internet?
Preguntas similares se están formulando en Londres, donde líderes mundiales están reunidos para hablar sobre las amenazas que enfrenta el ciberespacio.
Compromisos
"Los gobiernos están usando tecnologías de forma más ofensiva que en el pasado. Las mismas tecnologías que usan para reprimir son utilizadas por los disidentes para movilizarse"
Karl Kathuria, Citizen Lab
Los gobiernos occidentales han insistido en su compromiso con los ideales de la libertad de expresión en internet.
"La situación con Wikileaks provocó muchas preguntas sobre el gobierno (de Estados Unidos) y las organizaciones comerciales. Por una parte, la libertad de expresión y la privacidad son ideales que deben ser protegidos, pero la publicación de documentos confidenciales del Ejecutivo por parte de ese sitio web, llevó a acusaciones de que el sitio está involucrado en terrorismo", le dijo a BBC Mundo, Karl Kathuria, autor del informe clic Casting a wider net ("Forjando una red más amplia") de la organización no gubernamental de origen canadiense Citizen Lab.
Las filtraciones de documentos diplomáticos no sólo afectaron a la Casa Blanca, sino a las Naciones Unidas, al Consejo de Seguridad Nacional de India y a la Oficina del Dalai Lama, recordó Kathuria.
Fronteras
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, a quien algunos han calificado de héroe, se convirtió en un enemigo público para otros.
Londres acoge una reunión en la que se busca cooperación internacional para combatir la ciberdelincuencia.
Es así como, explica Kathuria, existe una tendencia cada vez más marcada de gobiernos que intentan controlar el flujo de información en internet y ubicar a grupos de personas que -aseguran- violan las leyes de sus países.
"Los gobiernos están usando tecnologías de forma más ofensiva que en el pasado. Las mismas tecnologías que usan para reprimir son utilizadas por los disidentes para movilizarse. Softwares y hardwares están disponibles para vigilar comunicaciones por internet y los gobiernos pueden extender el uso de esas herramientas con fines de inteligencia".
"Los estados no se van a quedar quietos. Cuando ven peligrar la estabilidad de un gobierno o de un sistema, van a intentar censurar"
Ana Azurmendi, Universidad de Navarra
"Los estados no se van a quedar quietos. Cuando ven peligrar la estabilidad de un gobierno o de un sistema, van a intentar censurar", le dijo a BBC Mundo, Ana Azurmendi, profesora de Derecho de la Comunicación de la Universidad de Navarra.
Según la docente, las nuevas tecnologías dificultan la censura, especialmente porque es complicado legislar sobre un medio tan cambiante como internet.
"Es muy difícil que un estado pueda controlar, previamente o en el momento en que se producen, las expresiones que considera que pueden ir contra sus intereses. Siempre intentará actuar con posterioridad y buscará una excusa justificable desde su legalidad para intentar acallar la voz disidente".
Empresas
Pero en esta labor, los estados parecen no están solos.
De acuerdo con Assange, desde diciembre se ha llevado a cabo "un bloqueo financiero arbitrario e ilegal" contra Wikileaks.
clic Lea: Wikileaks en pie de guerra
Los expertos aseguran que la distribución del contenido online depende de las decisiones de poderosas compañías privadas, pues algunas de ellas ejercen control sobre las plataformas y las herramientas que facilitan el flujo de información en la web.
"Los defensores de la libertad de expresión ahora dependen también de esos proveedores comerciales para que ofrezcan un servicio público, para crear una esfera pública. Se trata de un problema no regulado y poco conceptualizado: ¿Cómo llegas a un acuerdo con compañías privadas para que faciliten la libertad de expresión?", indicó Adam Segal, experto en estudios de antiterrorismo y seguridad nacional en una entrevista de la organización clic Council on Foreign Relations, publicada en diciembre.
Por otra parte, de acuerdo con Segal, Amazon, PayPal y las otras compañías están claramente ejerciendo sus derechos legales. Ellas pueden interpretar sus condiciones de uso como quieran.
"Incluso cuando internet es transnacional, las compañías están ubicadas en espacios físicos y pueden ser procesadas por gobiernos nacionales específicos", indicó el experto.
Alerta
Existe
consenso general sobre la necesidad de bloquear, desmontar e investigar
sitios que promuevan abusos sexuales contra menores de edad.
"Cuando las condiciones de servicio son utilizadas por un creciente conjunto de compañías para justificar el bloqueo de información política controvertida que unos pocos consideran que es ilegal que una tercera parte publique, es pertinente preguntar si esas políticas están siendo aplicadas de una manera consistente y transparente", señaló Leslie Harris, presidenta del Centro para la Democracia y la Tecnología, en el artículo "clic Another apple falls from the Wikileaks tree" ("Otra manzana cae del árbol de Wikileaks").
"Cuando eliminar (un contenido) es justificado porque un funcionario gubernamental dijo que es ilegal, es lógico alarmarse. No hay que estar del lado de Wikileaks para ver el peligro", señaló Harris.
De acuerdo con la experta, hoy en día, podría ser beneficioso para algunas compañías alinearse con el gobierno de Estados Unidos y proteger sus marcas de la contaminación de una controversia. "Pero ceder a esas presiones dificultará, con toda seguridad, que otras compañías puedan estar del lado de la libertad de expresión mañana".
Derechos
Muchas personas creen que internet se puede autorregular. Otras cuestionan ese enfoque.
Los legisladores de muchos países buscan dar soluciones a esa nueva realidad.
"La sección 58 de la Ley de Terrorismo de 2000 (en el Reino Unido) señala que descargar material que le podría ser útil a un terrorista es una delito. Eso llevó a la detención de un académico en la Universidad de Nottingham, quien estaba legítimamente investigando sobre terrorismo", indicó Heawood.
Estrategia
El gobierno de Barack Obama presentó en mayo de 2011 la "Estrategia internacional para el ciberespacio", un esfuerzo por delinear una serie de "normas" sobre cómo debe funcionar internet."El documento advierte que hay varias amenazas que se ciernen sobre el mundo de internet. En algunos casos se refiere explícitamente a actos de organizaciones criminales en la red, cuyas acciones tienen consecuencias en el mundo físico", informó en aquel momento, el experto en tecnología de BBC Mundo, David Cuen.
La estrategia hace mención a "comportamientos no adecuados" en el ciberespacio.
La gran duda es ¿qué constituye un comportamiento aceptable en internet?
La respuesta es compleja, sobre todo, en un medio que cambia diariamente y que, para muchos, sigue inexplorado.
Pero, según los expertos, llegar a un acuerdo se puede limitar a los gobiernos y las empresas, sino que debe depender del esfuerzo compartido de organizaciones, cibernautas y técnicos.
Fuente: BBC Mundo


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