Muchos hombres -más que las mujeres- soñamos con que nuestra primera vez sea en la escuela, con esa chica que comparte nuestras clases y que tanto nos atrae. Algunos vivieron esa experiencia, otros no. Al contrario de lo que diría nuestra primera reacción instintiva, tal vez estos últimos hicieron las cosas mejor. Los resultados que arroja un estudio reciente pueden hacer que varias chicas se arrepientan de haber perdido su virginidad en la época de la escuela, a escondidas luego de aquella fiesta o en la casa de su novio cuando no estaban sus padres.
Esta investigación reporta que las mujeres que tuvieron su primera vez mientras eran adolescentes muestran una mayor tendencia a divorciarse.
El director del estudio, el profesor Anthony Paik, del University of Iowa College of Liberal Arts and Sciences, analizó 3793 respuestas dadas por mujeres a una encuesta realizada el 2002 que buscaba datos demográficos familiares. Paik descubrió que el 31% de aquellas mujeres que perdieron su virginidad mientras eran adolescentes se divorciaron luego de 5 años de matrimonio y otro 47% dentro de los primeros 10 años.
Aquellas que esperaron algunos años más para tener sexo tuvieron menos probabilidades que sus matrimonios terminaran anticipadamente: sólo el 15% se divorció en los primeros 5 años y otro 27% durante los primeros 10.
“Una posibilidad es que las mujeres que tuvieron sexo de adolescentes estaban predispuestas al divorcio” dice Paik. “Las actitudes que las hacen sentirse bien por el hecho de tener sexo siendo adolescentes pueden haber influido también en el término de su matrimonio. La otra posibilidad es que la experiencia sexual temprana lleve al desarrollo de comportamientos o creencias que promuevan el divorcio”.
A través de una investigación más profunda, Paik descubrió que varias de las mujeres no querían perder su virginidad tan tempranamente. Sólo el 1% quería tener sexo a los 13 o antes, 5% lo quería a los 14 ó 15 y el 10% a los 16 ó 17. Un 42% admitió que no hubieran querido tener su primera experiencia sexual antes de cumplir los 18.
“Si el sexo no era completamente deseado u ocurrió en un contexto traumático, es fácil imaginar cómo ello podría haber impactado de forma negativa en la forma cómo las mujeres se sienten acerca de su relación o en su capacidad para tenerla” dice Paik. “Esa experiencia podría llevar a la gente a una vía hacia relaciones menos estables”.
Pero… ¿y las mujeres que dijeron que sí querían tener sexo durante la adolescencia? ¿también tienden más a divorciarse?
“Los resultados son coherentes con el argumento de que existen desventajas al iniciar la vida sexual en la adolescencia, incluyendo la mayor probabilidad de divorcio” dice Paik. “Pero si una adolescente retrasa el inicio de su vida sexual hacia la adolescencia tardía, y este inicio es deseado, esa opción en sí misma no necesariamente lleva a aumentar el riesgo de divorcio”.
Si estás leyendo esto y tu novia y tú son adolescentes, sería bueno que consideren no adelantar etapas. Por otro lado, si tu esposa o novia inició su vida sexual muy joven, recuerda que aunque hay factores que influyen, lo único determinante es la intención de hacer que las cosas funcionen.
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